miércoles, 21 de octubre de 2015

2.6 LA MÚSICA MEDIEVAL EN ESPAÑA

Durante la Edad Media, España estará habitada por diferentes culturas en su territorio (musulmanes, cristianos y judíos)
Los reinos musulmanes serán territorios eminentemente urbanos y basados en el comercio. Los reinos cristianos, menos evolucionados culturalmente, conservarán durante mucho
tiempo una estructura rural y feudal organizada en torno a los monasterios, las iglesias y los castillos.
Los musulmanes aportarán un bagaje cultural extraordinario en todos los ámbitos del conocimiento. Los cristianos recibirán la influencia europea a través de las peregrinaciones del Camino de Santiago y las distintas órdenes religiosas.
La música, como el resto de las artes, será el testimonio y reflejo de esa diversidad cultural haciendo que el calificativo de «música española» para la Edad Media se utilice únicamente como un referente geográfico.
6.1. Música vocal religiosa
La primera manifestación importante de música religiosa de la península es el canto visigótico o mozárabe que tiene su origen en el periodo visigodo y será practicado más tarde por los cristianos que vivían bajo el dominio musulmán.
Es un canto de tradición oral que posee unas características musicales similares al canto gregoriano: textura monódica, utilización de escalas modales, texto en latín y ritmo libre en función del fraseo y la expresión de los versos.
El canto gregoriano fue extendiéndose paulatinamente desde el comienzo de la Reconquista hasta su imposición definitiva en el año 1085, ordenada por el rey Alfonso VI tras la toma de Toledo.
6.2. Música vocal profana
Los reinos musulmanes mantendrán su tradición popular con formas poéticomusicales que dejarán su influencia en el canto trovadoresco. Es un repertorio muy variado que conocemos con el nombre genérico de música andalusí o arábigo-andaluza.
La principal forma de canción de la música andalusí es la nawba, basada en la improvisación vocal e instrumental sobre unos determinados esquemas melódicos. Suele utilizar formas poéticas con estribillo o refrán que facilitan la participación colectiva.
Como ejemplo tenemos la audición Oh aurora de la luna en su perfección
 

 
 
Los reinos cristianos recibirán la práctica de la lírica trovadoresca a través del Camino de Santiago, reflejando las características típicas de las canciones de trovadores.
Los principales testimonios que conservamos de esta música son Las Cantigas de amigo de Martín Codax: canciones de amor escritas en lengua galaico-portuguesa que utilizan formas sencillas de refrán, con el último verso del pareado repitiéndose en el primero del pareado
Las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio: colección de 417 canciones escritas en lengua galaico-portuguesa y dedicadas a la Virgen. Fueron reunidas en la corte del rey Alfonso X el Sabio (1252-1284), que pudo aportar alguna cantiga como autor. Se dividen en dos grupos:
– Cantigas de «miragre»: relatan milagros obrados por la Virgen.
– Cantigas de «loor»: cantos de alabanza a la Virgen Un ejemplo de Cantiga de Loor es Rosa das Rosas que va para examen
Son canciones escritas ya en notación mensural, con melodías que se mueven por grados conjuntos en estilo silábico y con sencillos giros ornamentales.
Utilizan estructuras populares de estribillo y estrofas.
Los códices de las Cantigas aparecen decorados con lujosas miniaturas en las que se ilustran más de treinta instrumentos distintos, por lo que podemos deducir que se cantaban con acompañamiento instrumental.
6.3. La polifonía
En España tenemos noticia de la existencia de la polifonía desde el s. XI
cuyo desarrollo será parejo al europeo. Los principales testimonios son:
– El Códice Calixtino de la catedral de Santiago de Compostela que contiene el primer ejemplo de polifonía a tres voces en una canción de peregrinos.
– El Códice de Las Huelgas del monasterio femenino de Las Huelgas con ejemplos de polifonía litúrgica del Ars Antiqua y el Ars Nova.
– El Llibre Vermell, copiado a finales del s. XIV para entretener a los peregrinos que acudían al monasterio de Montserrat con piezas de carácter popular como cánones, canciones polifónicas y danzas cantadas
Tenemos dos ejemplos como audición del Livre Vermell, una canción de peregrinos  titulada Ad morte festinemus que está en el libro en la página 20 junto con la canción de Goliardos, que es la misma titulada Fas et nefas.La audición empieza tras una introducción que dura un minuto.



El otro ejemplo es un canon titulado O Virgo Splendens que va para examen.
 

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