viernes, 22 de abril de 2016

5.2 CARACTERÍSTICAS DEL CLASICISMO

 Como introducción al tema debemos ver el siguiente video de youtube.
En general la música clásica es objetiva, contenida en las emociones, cortesana, elegante, algo superficial pero no pobre. Es música pura (especialmente la instrumental): no describe, imita o significa nada. Tan sólo crea sensaciones.
Ritmo: sencillo y regulardentro de una sencillez natural.
Melodía: claridad y simplicidad de las melodías. Frases melódicas nítidas y más regulares y cuadradas que en el barroco (lo corriente son ocho compases). Incorpora adornos.
Armonía: a base de acordes sencillos (más sencilla que la de Bach).
 En el acompañamiento es frecuente el diseño a base de arpegios que reproducen sucesivamente un mismo diseño rítmico e interválico (bajo de Alberti).
Textura: predomina la textura de melodía acompañada de la que ha desaparecido ya el bajo continuo. Las formas contrapuntísticas sólo se utilizarán esporádicamente en algunos desarrollos temáticos.
Dinámica: contrastes expresivos nunca bruscos a base del uso del fuerte y del piano, del crescendo y del diminuendo. El resultado es una música mesurada y tranquila, sin los arrebatos y apasionamientos característicos de épocas posteriores.
Orquestación: la música instrumental es ahora más importante que la vocal. Se sientan las bases de la moderna orquestación evitándose, en general, los registros extremos. Aparecen nuevos ritmos y matices como consecuencia de la incorporacion de nuevos instrumentos y del mayor perfeccionamiento de la orquesta.
Composiciones: perfección de las grandes formas. Na ce la sonata, sinfonía y concierto en su concepción actual.
Forma: Estructura formal clara y transparente.
o Desaparición de formas instrumentales practicadas en el periodo precedente como: suite, coral orgánico, concerto grosso, la cantata, escasez de oratorios, etc.
o Mantenimiento de la variación.
o Aparición de la sonata clásica. Esta forma organizará toda la música instrumental: la música de cámara y la sinfónica: sinfonías y conciertos.
Estas características darán un estilo alegre y brillante
Habrá una mayor democratización de la música al hacerse extensible a un público mas numeroso.
Habrá un predominio total de la música instrumental.
En la música vocal: la ópera cómica y bufa rivaliza con la ópera seria. Se imponen las concepciones de Gluck. En la música religiosa dominan el espíritu operístico e instrumental: parece más bien hecha apara el concierto que para el culto.

5.1 ESTILOS PRECLÁSICOS

El esplendor del clasicismo lo podemos situar desde el punto de vista cronológico entre 1780 y 1815. Durante esos 35 años el centro geográfico del estilo clásico residirá en la ciudad de Viena en la que vivieron, estrenaron y editaron los tres principales creadores clásicos: Haydn, Mozart y Beethoven.
Para llegar a esta situación de esplendor clasicista antes han de sucederse una serie de estilos y creadores que, desde el barroco tardío, irán estableciendo sólidos cimientos a la música del clasicismo:
Estilo Galante: da una música naturalmente melodiosa, menos sabia, más fácil de entender y de interpretar, agradable, ligera, sentimental sin profundidades, de mero entretenimiento, dirigida a públicos más amplios, en la que sobre un soporte técnico más sencillo (armonías más claras, melodías más simples y naturales, ritmos y dinámicas cambiantes) todo se fía al detalle, al adorno, en detrimento del conjunto. La generación de los hijos de Bach impuso el estilo en toda Europa. Entre los compositores de esta generación cultivadores de este estilo podemos citar a Sammartini por una parte y J. Stamiz, al frente de la orquesta de Mannheim, por otra. Tuvieron gran importancia para el desarrollo de la sinfonía. En ésta época aún no se tiene claro lo que se quiere con ella, pudiendo ser confundida con la obertura operística o el concierto ripieno.
Estilo sensible: el periodo galante había acabado con la unidad de afectos característica del periodo barroco y se había divertido mezclando muchos de ellos en una misma composición. Ahora se trata de hacer una música más expresiva y sentimental con el fin último de conmover al oyente. Su traducción musical da como resultado frases más breves, dinámicas cambiantes, frecuentes cambios de ritmo, un lenguaje musical en suma quebradizo e inestable, como un poema repleto de gimoteos, reproches y tiernos suspiros. Uno de sus principales cultivadores en K. F. E. Bach. Se manifiesta sobre todo en su obra para teclado (el clavicordio, al percutir las cuerdas con láminas permitía mayor expresividad y dinamismo): sonatas prusianas y fantasías para tecla.
Estilo atormentado, tormenta e impulso o Sturn und drang: podemos considerarlo como una fase tardía y terminal del estilo sensible, una exageración apasionada de sus principales características, un estilo expresivo más severo y profundo que dejará pronto de estar de moda pero que pasa a formar parte, como un recurso más, del taller del compositor. También aflora una defensa de la libertad creadora del músico (ruptura con los condicionamientos externo del músico sirviente, más o menos distinguido, de una casa aristocrática). J. C. Bach es el último de los hijos de Bach. Resulta ser un serio antecedente de los clásicos dada su gran preocupación por los aspectos formales: adopta el esquema sonata no sólo en las obras para pianoforte sino en aquellas destinadas a todo tipo de conjuntos y, sobre todo, conciertos y sinfonías.

lunes, 18 de abril de 2016

3º movimiento de el verano , Antonio Vivaldi y melodía del 2 movimiento el invierno



Estos famosos conciertos fueron compuestos en el primer tercio del siglo XVIII y son una de las obras más representativas del Barroco italiano.
Las 4 estaciones son cuatro conciertos programáticos- es decir que narran algo- para violín, de Antonio Vivaldi, publicados en Amsterdam hacia 1725. Son los primeros cuatro conciertos de un ciclo de doce para violín denominado La competición entre la armonía y la invención. Cada uno simboliza una estación del año: La primavera, en la tonalidad de Mi mayor; El verano, en Sol menor; El otoño, en Fa mayor, y El invierno, en Fa menor.
Son los conciertos más conocidos de este compositor y describen procesos de la naturaleza que se desarrollan en las estaciones del año: el florecimiento de los campos, el canto de los pájaros, las tormentas del verano, las cosechas recogidas en otoño, el hielo en invierno... De hecho, Vivaldi acompañó la publicación de estos conciertos con unos sonetos que explicaban su contenido.
Cada concierto se divide en tres movimientos: uno rápido o allegro, otro lento, en la misma tonalidad o relacionada con la del primer movimiento, y un tercer movimiento allegro final: es decir, reproducen la típica estructura de concierto barroco ya desarrollada por otros músicos como Torelli y Albinoni.
El tercer movimiento de El verano describe musicalmente el tiempo de tormenta. Como en cada movimiento, se alternan los pasajes entre la orquesta y el solista, estableciéndose un diálogo entre ellos. Podemos observar esa alternancia en este fragmento, donde el violín solista destaca por su virtuosismo frente al rípieno o conjunto orquestal. Los pasajes y escalas rápidas, los adornos, las dobles cuerdas, etc. son característicos del estilo solista.
Tambíen a este ciclo de conciertos de Vivaldi  de la cuatro estaciones pertenece la prueba práctica del tema correspondiente a la melodía de la página 54. Es el 2º movimiento del invierno y en en este enlace tenéis la partitura y si le dais a reproducir escuchareis como suena.

Audición Aleluya del Mesias de Handel





El Mesías es un oratorio de Hándel estrenado en Dublín con enorme éxito en 1742. Es una obra cumbre de la música cora! de todos los tiempos. Hándel la compuso en seis semanas, lo que demuestra su excepcional genio. El estreno en Londres, en cambio, fue un fracaso, ya que no se aceptó que un texto religioso se ofreciera en un teatro público.
En El Mesías Hándel sintetiza varias corrientes musicales del momento: la brillante tradición coral inglesa canalizada a través de Purcell, la lírica melódica de las arias italianas (que ya había desarrollado en sus óperas) y los cantos de pasión de tradición alemana. Su grado de satisfacción con la composición fue tal que él mismo dijo que vio «al gran Dios en su trono, y toda su compañía de ángeles» mientras componía la magna obra.
Mozart la reorquestó para adaptarla al estilo de finales del siglo xviii. También Haydn homenajeó a Hándel cuando compuso su oratorio La Creación (1798).
Los oratorios son obras cantadas, de tema bíblico, en las que intervienen solistas, coros y orquesta. Hándel fue un maestro en la escritura para voces y coro.
Un coro, tal como se escucha en esta obra, se compone de cuatro clases o «cuerdas» de cantantes: sopranos, contraltos, tenores y bajos, cuyo número debe ser equilibrado.
De acuerdo con las distintas circunstancias y posibilidades, se pueden establecer los siguientes tipos de coro: de voces ¡guales, formado por voces masculinas o femeninas únicamente; de voces mixtas, formado por sopranos, contraltos, tenores y bajos.
Desde el punto de vista del compositor, el coro de voces mixtas equivale al cuarteto vocal, pero con un número variable de cantores por cuerda (sopranos, contraltos, tenores y bajos). El coro de voces mixtas, por su equilibrio y riqueza, ha sido el preferido por los compositores clásicos a lo largo de los últimos cuatro siglos. El Aleluya de El Mesías de Hándel es un ejemplo.En esta audición podemos escuchar el recitativo, el aria de tenor que hay antes de famoso con el que concluye la audición que es el famoso Aleluya. Este comienza con un estilo enérgico. A continuación, se presentan dos ideas melódicas, que luego se combinan en un juego de preguntas y respuestas.
Al final, las trompetas cobran cada vez más importancia, hasta lograr crear un intenso efecto de fervor religioso.
Para examen sólo pondré el coro que dejo aquí.



viernes, 15 de abril de 2016

4.6 LA MÚSICA BARROCA EN ESPAÑA


Frente al esplendor musical europeo que asiste en esta época a uno de los momentos más brillantes de su historia, el Barroco supone para España una larga época de decadencia musical, reflejo de su crisis política y eco­nómica y de su aislamiento internacional.
Tras la muerte de Felipe II en 1598, España comenzará una larga etapa de recesión que se mantendrá durante todo el siglo XVII bajo los reinados de los últimos tres austrias: Felipe III, Felipe IV y Carlos II, cuya muerte pro­vocará una guerra de sucesión que tendrá alcance europeo y terminará con la llegada a la corona del primer borbón: Felipe V.
En el ámbito de la cultura, el aislamiento del país pretendiendo proteger la ortodoxia católica de corrientes extranjeras, produjo una notable deca­dencia en la vida científica y universitaria. Sin embargo, las artes plásti­cas y la literatura mantuvieron su esplendor con personalidades como Zurbarán, Velázquez, Quevedo, Góngora, Lope de Vega o Calderón, viviendo su siglo de oro.
Respecto a la música, el paso del Renacimiento al Barroco no supondrá un cambio brusco en el lenguaje de los compositores sino una evolución pau­latina que irá asumiendo poco a poco algunas innovaciones. En cualquier caso, la música española optará por la composición de formas locales en lugar de seguir las grandes formas del Barroco europeo.el conservadurismo y el rechazo de las influencias extranjeras dieron lugar durante todo el siglo XVII a la persistencia de formas y rasgos de estilo del siglo anterior y, en cambio, al influjo de la música popular en la culta, con sus peculiaridades rítmicas, armónicas e instrumentales. La música española del seiscientos es por ello muy singular y reconocible en estilo, formas musicales, rítmica y armonía.
Los elementos que definen el barroco español son:
No se siguen los estilos europeos (Concerto, Suite, Pasión, Oratorio).
Nacen formas típicas: la zarzuela y la tonadilla.
Siguen teniendo importancia las formas religiosas.
Sigue en vigor la escuela organística de Cabezón.

Música vocal religiosa
Sigue siendo el repertorio musical más importante y continúa cultivando las formas polifónicas tradicionales de motetes(con autores aún en la tradición clásica de Victoria como Sebastián Vivanco o más atraídos por la policoralidad como el segoviano López de Velasco) y misas con texto en latín y destinados a las celebraciones más solemnes.Se compondán misas como tecnicas renacentistas antiquísimas de cantus firmus y las misas parodia, más otros tipos como la misa de batalla, de moda en la segunda mitad del XVII como demuestran –entre muchos otros– los dos ejemplos de Carlos Patiño.
Otras composiciones en latín serán el Magnificat o las Lamentaciones de Semana Santa
Los compositores más destacados son los catalanes Joan Cererols (1618-1676) y Francisco Valls (1665-1747) maestro de la catedral de Barcelona, fue uno de los pocos compositores innovadores de su tiem­po. Su misa ScalaAretina (1715) com­puesta a cinco voces sobre la escala de. Ut de Guido d'Arezzo provocó una enorme polémica por el uso de una di­sonancia de 9a.En su tratado Mapa armónico práctico, Valls defiende la música española y la inspiración por encima de las normas teóricas.
En las festividades religiosas de carácter más popular se introducirá el villan­cico, con texto en castellano y acompañado de un conjunto instrumental.Era música paralitúrgica (se ejecutaba en castellano al final de la liturgia latina convencional de la mañana), y su composición nueva y ejecución se convirtió en obligación para los maestros de capilla de las catedrales españolas en las fiestas solemnes, como el Corpus Christi y la Navidad. Especie de válvula de escape popular de la solemnidad de los oficios, su lenguaje llano (incluso era frecuente imitar dialectos regionales y de negros), la introduccón de danzas y su carácter teatral provocaron intentos sucesivos de prohibirlos, frenados por su popularidad. Era típica la forma Tonada (a solo o pocas voces) – Responsión o estribillo (todos) – Coplas (a solo).
Se conserva un enorme número de villancicos, de maestros de capilla como Joan Baptista Comes, Jerónimo de Carrión, Cristóbal Galán o Mateo Romero, entre otros muchos.

Música vocal profana
Durante la primera mitad del siglo XVII continúa la tradición de la canción polifónica con piezas muy similares a las del Renacimiento que se recopi­lan también en cancioneros y mantienen formas tan características como el romance y el villancico.
Son canciones breves escritas para tres o cuatro voces que suelen alternar pasajes contrapuntísticos y homofónicos.
A mediados del siglo XVII surge un nuevo estilo de canción denominado solo o tono humano en torno a los ambientes cortesanos de Madrid. Es una can­ción profana, adoptó textos de los mejores poetas del momento, con temas de carácter sentimental que introduce la monodia acompañada con una voz solista apoyada por un único instrumento con acompañamiento equiparable al bajo continuo. Se carac­teriza por la utilización de un ritmo ternario y melodías sencillas, normal­mente en estilo silábico, con estructuras que constan de introducción, estribillo y coplas. Se empleará con frecuencia en la música teatral.
Destacan los compositores Mateo Romero (1575-1647) conocido como «el Maestro Capitán» y Juan Hidalgo (1614-1685).

Música instrumental
La música española permanecerá ajena a las corrientes europeas igno­rando los nuevos estilos del concierto o la suite.
Sigue centrándose en el ámbito de los instrumentos solistas como el órgano, que mantiene la brillantez del periodo anterior, y la guitarra, que sustituirá a la vihuela, convertida en un instrumento muy difundido tanto en el ámbito popular como en el cortesano.
Aparecerá también una importante producción de cámara ligada a las capillas musicales de las cortes, pero con una clara influencia extranjera fruto del gusto de los borbones por los músicos italianos.
Los compositores más destacados son Francisco Correa de Araujo (1575-1663) y Juan Cabanillas (1644-1712) en la música para órgano, organista de la catedral de Valencia a la que estuvo dedicado toda su vida salvo unos primeros años en el coro de su ciudad natal Algemesí, cuando era niño. Es autor de tocatas, tientos, pasacalles y gallardas para órgano. Estudió y desarrolló en profundidad la obra de Antonio de Cabezón y, en general, la escuela tradicional de órgano española que sirvió de nexo con el siglo XVIII.
Compuso una misa, dos salmos y cinco canciones en texto castellano. Se ha dicho que es el Bach español.
Gaspar Sanz (1640-1710) en la guitarra, y el padre Antonio Soler (1729-1783) que con una abundante producción de música de cámara y teclado, representa la transición entre el estilo Rococó del final del Barroco y el Clasicismo. Tiene una obra extensa y variada, compuso centenares de sonatas para clave, villancicos profanos y sacros , quintetos con cuerda y órgano, Seis conciertos para órgano obligado y obras de teatro como El defensor de su agravio …. Nació en Olot y se inicio en la música en el Monasterio de Montserrat. Ingresó en la orden de los jerónimos y pasó a ser organista y director del coro del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Fue discípulo de Domenico Scarlatti, quien influyó notablemente en su obra.

Música escénica
Las primeras representaciones de música escénica consistirán en la intro­ducción de números musicales dentro de la representación teatral.
Durante la época barroca, el teatro se convirtió en España en un autén­tico fenómeno de masas. En todas estas representaciones, la música for­maba parte del espectáculo, introduciéndose normalmente en el intermedio de las escenas y en el final de la obra. Eran interpretaciones vocales e instrumentales de carácter breve y no siempre en relación con el argumento.
La tonadilla
Es un género de música escénica típicamente español. Se representaba en los populares corrales de comedia y consistía en la incorporación de números musicales intercalados entre los actos de la comedia. Son piezas cortas de carácter jocoso y satírico que retrataban las costumbres de la época y solían terminar con danzas populares.La tonadilla surgió a principios del siglo XVIII y desapareció antes de llegar a la mitad del mismo. Sus compositores más célebres fueron Pablo Esteve (hacia 1730-hacia 1790),Luis Misón (hacia 1720-1766) y Blas de Lasema (1751 -1816).

La ópera
Siguiendo la influencia italiana, la ópera llega a España como un género de carácter aristocrático que se desarrollará en torno a los palacios reales.
La primera ópera española fue La selva sin amor (1629), con texto de Lope de Vega. Sin embargo no nos ha llegado su música ni conocemos el nom­bre de su compositor. La primera ópera conservada, aunque incompleta, es Celos aun del aire matan (1660), con libreto de Calderón de la Barca y música de Juan Hidalgo que combina recitativos, arias y breves coros.
La llegada al trono de los borbones traerá a la corte española compañías, compositores y cantantes de ópera italianos que impondrán su gusto impi­diendo el desarrollo de una ópera española.
Los compositores españoles intentarán reaccionar a la competencia ita­liana desarrollando el nuevo género de la zarzuela.

La zarzuela

Apenas comenzado el siglo XVII España sintoniza la onda de música escénica procedente de Italia. En 1629 están datadas las primeras óperas españolas: “La selva sin amor” es la primera ópera producida en España (texto de Lope de Vega y música de Filipo Piccinini). La ópera más destacada del momento fue “Celos aún del aire matan”, sobre textos de Calderón y música de Juan Hidalgo.
La nueva modalidad escénica adoptará pronto el nombre de su campo de operaciones: palacio de la Zarzuela. En tiempo de Felipe IV, concretamente en 1636, se inauguraron las llamadas “fiestas de la zarzuela”, que tenían lugar en de El pardo, en un lugar en que había abundancia de zarzas, zarzuelas y otros arbustos. Las piezas escénicas que allí se representaban, muy similares a las primeras manifestaciones operísticas, al no haberse aún incorporado al vocabulario musical el término ópera, de nuevo cuño, acabaron por ser distinguidas por el topónimo del sitio en el que se representaban. La zarzuela acababa de nacer.

En esta fase inicial de su desarrollo la zarzuela no se distingue ni por asunto, ni por desarrollo y estructura de otras manifestaciones musicales afines. Por ello muchos autores se pronuncian en el sentido de designar como óperas las páginas del género producidas en el país durante el siglo XVII. La primera obra que lleva la denominación de zarzuela es “El laurel de Apolo”, sobre textos de Calderón. Fue representada en 1658.

Como características más sobresalientes de la zarzuela del barroco (u ópera, según algunos autores) podemos citar:

o Clara influencia de la ópera italiana. No obstante España aporta sus peculiaridades como los ritmos y melodías típicas españolas.

o Obra de teatro de carácter cómico, con tendencia hacia lo burlesco, en uno o varios actos, en castellano, en la que alternan las escenas habladas con las escenas cantadas (a diferencia de la ópera que es totalmente cantada).

o Dirigida a un público cortesano, aristocrático y practicada en torno a los palacios reales. La zarzuela pronto se hizo común en todas las fiestas reales. Conservó este carácter de fiesta real hasta el siglo XVIII. El pueblo llano asistía por contra a los corrales de comedias.

o Su temática era amorosa, idealizada y pastoril. Sus personajes son con frecuencia dioses mitológicos que, sin embargo, se mueven impulsados por emociones humanas como el amor, los celos, la envidia, la venganza, etc. También participan villanos, jardineros, etc.

o Incorpora elementos populares como canciones, bailes y danzas, lo rústico y lo pastoril y un lenguaje común y sencillo, a pesar de la participación de los dioses y de estar dirigido a un público cortesano.

o Desde el punto de vista musical emplea arias, dúos, coros a cuatro voces y canciones (tonos y tonadas) de forma estrófica o compuestas por coplas y estribillo.

o Apenas usa el recitativo.

Entre los compositores de este género podemos citar: Juan Hidalgo (1600-1685), Antonio Literes (1673-1747) y Sebastián Durón (1660-1716). Éstos recurren a los textos de nuestros grandes dramaturgos como Calderón de la Barca o Lope de vega, para ponerles música.